Empecemos...
26 de Abril de 1991. La Policía Federal Argentina retiene,
tortura y asesina a Walter Bulacio, un pibe de 17 años que lo único que hizo la
noche del 19 de abril de ese año, fue concurrir al recital de Patricio Rey y
sus redonditos de ricota. La policía lo retuvo por 'averiguación de
antecedentes', aunque no tenga el derecho constitucional de hacerlo sin la
intervención de un juez que así lo indique. Lo llevaron hasta la Seccional 35ª
donde, según la autopsia, Walter fue golpeado en la cabeza con objetos
contundentes, además de presentar hematomas en miembros y torso. ¿El resultado?
Ningún culpable.
3 de Abril de 2002. Desaparece Marita Verón, secuestrada por
una banda de trata de blancas. El caso llevó a la propia madre de Marita,
Susana Trimarco, a meterse en los suburbios más oscuros del ámbito donde se
practica esta esclavización de las mujeres, haciéndose pasar ella misma por
prostituta con el único fin de encontrar a su hija. Diez años y unos cuántos
meses después, tras el testimonio de más de 50 víctimas rescatadas por Susana y
teniendo evidencia suficiente como para obtener un fallo razonable, los jueces
Piedrabuena, Herrera Molina y Romero Lascano deciden absolver a los 13
imputados que tenía la causa. El estallido de la sociedad fue inminente.
5 de Abril de 2007. La Policía de Neuquén asesina al
profesor Carlos Fuentealba en medio de un corte de ruta. El maestro pertenecía
al sindicato docente ATEN, el cual decidió hacer un corte en la ruta 22 como
medida de protesta. Al enterarse de esta medida el gobernador Jorge Sobisch, da
la orden a la policía provincial de impedir que se realizara dicho corte con el
fin de permitir el libre tránsito. Ni siquiera había comenzado dicho corte, que
los policías ya habían atacado a los manifestantes con balas de goma, gases
lacrimógenos y un caro hidrante, y hasta habían perseguido a algunos
integrantes del movimiento. En determinado momento, los vehículos policiales se
adelantaron a la movilización de los manifestantes y los encerraron reanudando
el uso de la fuerza. Fuentealba se encontraba en el asiento trasero de un auto
Fiat 147 que se retiraba del lugar, cuando un policía de nombre José Darío
Poblete, integrante del Grupo Especial de Operaciones Policiales (G.E.O.P.) de
la ciudad próxima de Zapala, disparó una granada de gas lacrimógeno hacia el
auto, que se encontraba a unos 2 metros de distancia. El cartucho de gas
lacrimógeno atravesó el vidrio del vehículo e impactó en la nuca a Fuentealba,
causándole un hundimiento de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a
dos operaciones y finalmente murió al día siguiente. Y vos te preguntarás: ¿Y
Sobisch? ¿Y Poblete?. El primero, sin imputaciones. Al segundo se lo vió hace
unos meses caminando por la ciudad turística de Zapala, Neuquén.
31 de Enero de 2009. Desaparece Luciano Arruga, un pibe de
16 años que fue interceptado por la policía bonaerense de Lomas del Mirador.
Hay testigos que afirman haber visto a Luciano en plena vía pública ser
agredido por los agentes policiales para meterlo dentro del patrullero. Días
anteriores, había recibido una oferta por parte de ellos ofreciéndole una
calidad de vida garantizada con la condición de que realice robos en la zona,
que sería, por cierto, liberada por ellos. Un ´peritaje también determinó que
Luciano había estado en la comisaría 8ª de Lomas del Mirador y en un patrullero
que esa noche no había cumplido con su recorrido programado y según el registro
electrónico de su desplazamiento, circuló por descampados. Hoy en día, nadie
está imputado. Luciano sigue desaparecido.
19 de Febrero de 2012. Desaparición de Facundo Rivera
Allegre. Es un cordobés de 20 años que desapareció hace 10 meses. Ese día había
concurrido a un baile en el Estadio del Centro de la capital cordobesa. Nunca
regresó. 25 cuadras separan la casa de Facundo del estadio. En ese trayecto,
Facundo desapareció. Los pocos datos que surgen de muchos testimonios, no son
tenidos en cuenta por la policía y la investigación se encuentra paralizada.
Viviana Alegre, la madre del pibe, no duda en señalar que la policía provincial
está implicada en la desaparición de su hijo. “Tuvo que dejar de ir a los lugares
que iba siempre porque terminaba en la comisaria, sólo por tener el pelo teñido
por mostrar los tatuajes o por portación de rostro. A Facu lo tenían marcado”.
Facundo no tenía causas penales ni antecedentes, pero sí había sufrido los
abusos por parte de la policía. “Una noche, un policía lo encerró en el baño de
un boliche y le dio una tremenda golpiza. Una de las veces que lo detuvieron
por el Código de Faltas salió de la comisaría todo marcado y con la cara llena
de sangre. Los hematomas le duraron 20 días”. Mientras tanto, se pide que se
hagan los rastrillajes que corresponden y la policía o no los hace, o los hace
de manera desprolija. “Ellos reciben los llamados con los posibles datos, ellos
los filtran. Además, la gente tiene miedo. La Dirección de Protección de
Personas, que es la que está a cargo de la investigación, va a los bailes de
civil en una camioneta negra y hostiga a los pibes”. ¿Tendría que haber gente
tras las rejas, verdad? Lo cierto es que la causa nunca avanzó.
22 de Febrero de 2012. Tragedia de Once. Una unidad de la
empresa TBA colisionó al no poder frenar al llegar al andén de la estación,
causando la muerte de 51 personas. ¿Todo, por qué? Debido a las condiciones de
la infraestructura y falta de control que existía -y sigue existiendo- por
parte de la empresa y del Estado Nacional. Las unidades férreas no se
encuentran en las condiciones que están pautadas y hasta la fecha, no hay
ningún responsable sobre lo que pasó. ¿Casualidad? Yo diría, causalidad.
Y así, sin ir más lejos, ayer reabrieron el fallo de
Cromañón y pidieron la encarcelación de los integrantes de Callejeros, contando
con 7 años de prisión para Pato, y 6 años para el resto de la banda. Lo que no
entiende la sociedad y los medios no les dejan ver, es que ellos también son
sobrevivientes. Ellos entraron y salieron del lugar ese 30 de diciembre una, y
otra, y otra vez para sacar a los pibes que estaban muriéndose ahí adentro. Los
que la pueden contar, son los que estuvieron allá. Y no es que quiera tomar
partido por ellos, sino señalar en dónde está -para mí- el derecho de opinar y
en dónde no. A los medios, ¿qué carajo les importará hablar de una REAL
JUSTICIA? Si lo único que buscan al pronunciar sus titulares, es vender el
sensacionalismo y crear en la imagen de Rogelio una persona que se caga en esas
194 vidas que se hundieron allá, cuando la realidad es totalmente contraria.
Casi Justicia Social es voz de lucha y de justicia, justicia verdadera, para
que paguen por su error los verdaderos responsables de la tragedia. Casi
Justicia Social está de pie para recordar a esas almas que el cielo no pudo
esperar, y para dar consuelo a los que zafaron -por suerte, o no- de semejante
masacre. Casi Justicia Social es la voz de los sobrevivientes y los
involucrados en esta lucha. Casi Justicia Social es eso, es hacer justicia.
Justicia social. O casi.
Así estamos. No me pidan que crea en la justicia, éste país la desconoce.
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